¿Deben tener los niños ordenador en casa? Cada vez es más frecuente que los niños tengan acceso a las nuevas tecnologías desde una edad muy temprana. De hecho, los Reyes Magos que nos visitaron hace muy poco tiempo, también sorprendieron a muchos niños con algún aparato de este tipo. ¿Es positivo que los niños tengan un ordenador en casa?
La verdad es que no tiene nada de malo siempre que se haga un uso adecuado del mismo, por ejemplo, como herramienta de estudios para escribir los trabajos a ordenador, hacer uso de páginas educativas de internet destinadas a aprender inglés, consultar información para hacer un trabajo… Sin embargo, un ordenador no es indispensable para un niño, ni mucho menos, porque para hacer un trabajo el peque puede consultar información en la enciclopedia. Mientras que hace años era habitual que hubiese una enciclopedia en cualquier casa, hoy día, cada vez es menos frecuente. En ese caso, el niño puede hacer los deberes en la biblioteca donde contiene material más que suficiente en base a sus intereses y a su edad.
Por otra parte, se puede tener ordenador en casa pero sin conexión a internet. Además, los expertos también aconsejan situar el ordenador en una zona de la casa que sea neutral. Es decir, una zona en la que puedan estar con libertad tanto padres como niños, por ejemplo, en el salón. De lo contrario, en caso de que el niño tenga el ordenador en su habitación va a ser muy difícil ponerle límites y controlar lo que hace.
En cierto modo, cuanto más se retrase la entrada de un ordenador en casa, más se favorece que el niño pueda jugar con otro tipo de juguetes. Por supuesto, el niño debe de ser responsable de que un ordenador vale mucho dinero, por tanto, hay que cuidarlo el mayor tiempo posible.
Los niños de la actualidad se han educado en la sociedad de la tecnología, de hecho, cada vez es más frecuente que tengan un teléfono móvil desde la más tierna infancia. Sin embargo, conviene aprender a poner límites a tanta tecnología para hacer uso del sentido común en base a las necesidades del niño.
Imagen: Dos Lourdes