La familia es uno de los valores más importantes para cualquier persona. ¿Qué podemos decir de esa figura que nos dio la vida? Una madre es un auténtico regalo no sólo en la infancia sino también en la madurez. De hecho, la pérdida de una madre durante la niñez puede producir profundas carencias afectivas incluso en la etapa adulta. Por una sencilla razón, existen pocas personas que tienen la capacidad de querer de ese modo, de sacrificarse y dar lo mejor de sí mismas.
El día de la Madre es buen momento para que los niños puedan darles las gracias por todo aquello que las madres hacen cada día por ellos. De hecho, cualquier madre tiene que hacer grandes esfuerzos por poder compatibilizar el cuidado del hogar con el trabajo. Del mismo modo, las madres renuncian a mucho espacio propio y a muchos de sus deseos con tal de hacer felices a los niños.
El domingo celebramos el día de la Madre. Una fiesta que no sólo es familiar sino también, comercial puesto que durante estos días hemos comprobado cómo el marketing de los comercios se agudiza al extremo con el objetivo de mejorar sus ventas durante esta fecha en la que es tradición que cualquier hijo compre un regalo a su madre. Existen muchos regalos que pueden sorprender a una madre, pero a veces, algo tan sencillo como un dibujo, un poema o un ramo de flores puede convertirse en el mejor obsequio de amor y cariño.
El día de la Madre además, es un buen día para organizar un plan familiar, por ejemplo, una comida en casa en la que estén presentes niños, padres y abuelos. Este tipo de fechas del calendario nos recuerdan lo importante que es mostrar el cariño, dar afecto para poder fortalecer el vínculo afectivo. Para ello, nada mejor que decir «te quiero», un sentimiento que a veces, nos produce cierto pudor expresar, sencillamente, porque todavía queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la inteligencia emocional y el conocimiento de las propias emociones. Este domingo, disfruta del sabor de la familia.
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