Los niños de hoy día, de una forma casi inesperada hace unos años, están haciendo frente a una dura realidad. Y es que, la crisis económica también afecta a los hogares, por tanto, los niños han pasado de vivir en un entorno de confort y bienestar absoluto a formar parte de un sistema en donde la incertidumbre laboral causa angustia en muchos padres. Padres que por supuesto, quieren ahorrar para poder hacer frente a los imprevistos del futuro.
Pero además, no sólo desde un punto de vista económico, sino también, desde un punto de vista emocional, es indispensable que los padres pongan límites a sus hijos, es decir, aprendan a decir no sin sentimiento de culpa porque en realidad, decir no es un acto de amor. Estás ayudando a tu hijo a crecer y a ser feliz al enseñarle el valor que tienen las cosas. Es imposible tenerlo todo y por muchos que los padres se esfuercen en darlo todo a sus hijos, está claro que en algún momento, la vida muestra sus propios límites.
Además, también es indispensable tener un orden de prioridades para apostar por esos bienes esenciales en detrimento de otros bienes que son secundarios. Aprender a decir no a tiempo es fundamental, de lo contrario, los niños pueden creerse que son una autoridad para los padres en tanto que pueden conseguirlo todo con una simple rabieta.
No es una palabra muy breve pero tiene mucha carga y una alta connotación emocional. Por ello, es un aprendizaje para cualquier padre y para cualquier madre entender que el concepto de límite es un refuerzo en la motivación y el aprendizaje vital. Pero especialmente, a través del no también enseñas a tu hijo a manejar la frustración.